Lenguaje y discriminación
por Silvia Chauvin en noviembre 26, 2007
La venda en los ojos: Putas y puteadas
¿Qué dice el lenguaje cuando dice perra, puta, histérica, indispuesta, guacha o gauchita? ¿Qué dicen los que lo dicen? ¿Y las que lo dicen?
La solidaridad de género (el intento, al menos de darle la mano, de comprender, respaldar, acompañar o ayudar a la mayor cantidad de mujeres posibles) es un desafío para las que creemos que sin valorización y cooperación entre las propias mujeres va a ser imposible seguir avanzando.
– ¿Me prestas el vestidito negro?– Sí, pero te va a quedar chico.– No, porque adelgacé.– ¿Adelgazaste? Yo también quiero adelgazar porque nos vamos de vacaciones…– ¿Se van de vacaciones? Nosotros no nos vamos porque nos compramos un auto…
El diálogo lo entablan dos mujeres en la publicidad de detergente Cif.
Pero el machismo no está puesto en el diálogo sino en los gestos de cada una de ellas apretando la esponja –de bronca– ante cada logro –adelgazar, irse de vacaciones, cambiar el auto– de la otra. La propaganda que muestra a dos amigas que sufren con el supuesto bienestar de la otra demuestran que la publicidad sigue proclamando que las mujeres somos unas jodidas cuando hablamos entre nosotras.
Por eso, es un acierto que el afiche ganador del Primer Premio del Concurso Regional de Afiches del Mercosur, organizado por la Reunión Especializada de la Mujer del Mercosur REM, haya sido elegido por resaltar el sexismo del lenguaje. “Puta, minita, gato, calculadora, comehombres, ligerita, bruja, gorda, loca, petera, trepadora, bagayo, turra, jodida, frígida, zorra, vaca, hija de puta, trola, putita, histérica”, son algunas de las palabras que están en el diccionario despectivo que se escucha en la calle, en la tele, en la radio, sin sanciones ni sonrojos.
Y no sólo en la Argentina: “Jinetera, cangrejera, culipronta, gathina o kuñamala”, son parte de esas malas palabras que son puteadas porque putas son las mujeres que hacen que las malas palabras sean como las malas mujeres.
El afiche ganador del premio latinoamericano fue creado por dos argentinos: la diseñadora gráfica Mirian Luchetto, ilustradora independiente y colaboradora de Clarín, y de Adrián Candelmi, docente y editor de la revista Terrorismo Gráfico. “Trabajo hace más de 12 años en el tema de la No Violencia hacia la Mujer y pude comprobar cómo un afiche o campaña puede convertirse en plata tirada a la basura si no se acompaña con políticas públicas que refuercen, optimicen, profundicen y acompañen la discusión del tema. Un afiche solito no cambia nada, es como lanzar una botella con un mensaje de S.O.S al mar”, resaltó Miriam al recibir el premio. Tiene razón.
Pero este afiche no sólo pide campañas y compromiso frente a la violencia hacia las mujeres. También n os interpela a las mujeres. Y en eso todas tenemos algo que decir. O que dejar de decir.
por Silvia Chauvin en noviembre 26, 2007
La venda en los ojos: Putas y puteadas
¿Qué dice el lenguaje cuando dice perra, puta, histérica, indispuesta, guacha o gauchita? ¿Qué dicen los que lo dicen? ¿Y las que lo dicen?
La solidaridad de género (el intento, al menos de darle la mano, de comprender, respaldar, acompañar o ayudar a la mayor cantidad de mujeres posibles) es un desafío para las que creemos que sin valorización y cooperación entre las propias mujeres va a ser imposible seguir avanzando.
– ¿Me prestas el vestidito negro?– Sí, pero te va a quedar chico.– No, porque adelgacé.– ¿Adelgazaste? Yo también quiero adelgazar porque nos vamos de vacaciones…– ¿Se van de vacaciones? Nosotros no nos vamos porque nos compramos un auto…
El diálogo lo entablan dos mujeres en la publicidad de detergente Cif.
Pero el machismo no está puesto en el diálogo sino en los gestos de cada una de ellas apretando la esponja –de bronca– ante cada logro –adelgazar, irse de vacaciones, cambiar el auto– de la otra. La propaganda que muestra a dos amigas que sufren con el supuesto bienestar de la otra demuestran que la publicidad sigue proclamando que las mujeres somos unas jodidas cuando hablamos entre nosotras.
Por eso, es un acierto que el afiche ganador del Primer Premio del Concurso Regional de Afiches del Mercosur, organizado por la Reunión Especializada de la Mujer del Mercosur REM, haya sido elegido por resaltar el sexismo del lenguaje. “Puta, minita, gato, calculadora, comehombres, ligerita, bruja, gorda, loca, petera, trepadora, bagayo, turra, jodida, frígida, zorra, vaca, hija de puta, trola, putita, histérica”, son algunas de las palabras que están en el diccionario despectivo que se escucha en la calle, en la tele, en la radio, sin sanciones ni sonrojos.
Y no sólo en la Argentina: “Jinetera, cangrejera, culipronta, gathina o kuñamala”, son parte de esas malas palabras que son puteadas porque putas son las mujeres que hacen que las malas palabras sean como las malas mujeres.
El afiche ganador del premio latinoamericano fue creado por dos argentinos: la diseñadora gráfica Mirian Luchetto, ilustradora independiente y colaboradora de Clarín, y de Adrián Candelmi, docente y editor de la revista Terrorismo Gráfico. “Trabajo hace más de 12 años en el tema de la No Violencia hacia la Mujer y pude comprobar cómo un afiche o campaña puede convertirse en plata tirada a la basura si no se acompaña con políticas públicas que refuercen, optimicen, profundicen y acompañen la discusión del tema. Un afiche solito no cambia nada, es como lanzar una botella con un mensaje de S.O.S al mar”, resaltó Miriam al recibir el premio. Tiene razón.
Pero este afiche no sólo pide campañas y compromiso frente a la violencia hacia las mujeres. También n os interpela a las mujeres. Y en eso todas tenemos algo que decir. O que dejar de decir.
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